Mi mamá era una gran creyente de las palabras. Para ella, las únicas verdades eran esas que salían de su boca. Y como te podrás imaginar, yo vivía permanentemente confundida porque sus palabras no coincidían con “algo” que yo sentía que no hacía sentido. Si ella decía que no estaba enojada, “algo” me decía que sí lo estaba. Si ella decía que hiciera lo que yo quería, “algo” me decía... Leer más
Ya empezó. Desde que nació la Burbuja he tenido miedo a este momento, y hoy me di cuenta que ya empezó. Mi Burbuja hermosa empezó a comparar su cuerpo con otros. De camino al colegio le conté una historia que me parecía chistosa. “Cuando papá y yo éramos novios…” empecé. Le conté que hace muchos años me pegué en el dedo pequeño del pie con el sillón. El golpe fue tan... Leer más
La palabra más repetida en mi casa durante la infancia era “ahorrar”. Mi mamá la usaba en diversas modalidades: En el super: “No podemos comprar dulces, estamos ahorrando.” En las tiendas de zapatos: “¿Y si me llevo 4 pares, cuánto es lo menos? Queremos ahorrar.” En las vacaciones: “Queremos ahorrar en el hotel, así que ustedes dos se esconden para que no nos cobren otro cuarto.” La Jefa era bárbara.... Leer más
Estoy buscando una mamá valiente. Una mamá valiente que no se sienta “culpable” todo el tiempo, como la sociedad le dice que debería sentirse. Una mamá valiente que esté segura que no siempre está segura. Una mamá valiente que pueda aceptar que se equivoca, porque así podrá aceptar cuando yo me equivoco. Una mamá valiente que me defienda de los monstruos… los de debajo de la cama, los de mis... Leer más
Mi esposo fue a la escuela a recoger a la Burbuja hace unos días y le tocó escuchar esta conversación entre una amiguita y su abuelo. ¿Cómo te fue hoy? ¿Qué hubo de lunch? Bien. Hubo – pausa para recordar- pasta. Mmm, si comes mucha pasta te vas a poner gorda. ¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿En serio??????!!!!!! A los 3 años esa niña ya recibió 3 mensajes que pueden cambiar el curso de su... Leer más
Me estaba acordando la primera vez que mi hija se enfermó y no quería comer nada. Yo sabía que no tenía hambre y que no quería tragar nada porque le dolía la garganta. Pero aun así, tuve que hacer un esfuerzo grande para aguantarme y no obligarla a comer. Me acuerdo que pasaban las horas, yo le ofrecía otra cosa de comer, y seguía diciendo que no. Al final del... Leer más
Lo más difícil de convertirme en mamá fue soltar mi identidad: esa persona que pensaba de cierta manera, se vestía, hablaba y deseaba ciertas cosas, esa idea tan fija que tenía de quien soy… Esa persona desapareció en el puerperio. Las primeras semanas (o meses, o años) que a todas las mamás primerizas nos parecen muy difíciles son la lucha de nuestra identidad tratando de permanecer mientras nos adentramos en... Leer más